Los asentamientos informales son áreas urbanas en las que se desarrollan viviendas que suelen ser ocupadas por personas que migran a las ciudades, usualmente en situaciones económicas precarias. Estos asentamientos carecen de un marco legal que respalde la propiedad de la tierra y, en muchos casos, no cuentan con servicios básicos como agua potable, electricidad o saneamiento. Existen dos alternativas para poder hacerle frente a esta problemática:
Enfoque adaptativo: busca mejorar las condiciones de vida en los espacios ya ocupados por las comunidades. Incluye la provisión de servicios básicos como agua potable, electricidad y saneamiento, la legalización de la tenencia de tierras, la mejora de viviendas existentes y la creación de infraestructura urbana, como calles, parques y centros comunitarios.
Enfoque de traslado: implica el desalojo de asentamientos informales y el traslado de sus habitantes a complejos de viviendas diseñados específicamente para ofrecer condiciones dignas. Las viviendas de interés social suelen estar en áreas planificadas con servicios adecuados en los espacios que dispone la planeación Urbana.